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jueves, 20 de octubre de 2011

En espera

Al fin te veo, después de estar una semana sin verte, la ganas de estar contigo son inmensas que salgo 5 minutos antes, para no poder llegar tarde, y por si acaso tu llegases antes. Pasan los 5 minutos de mas, normal, lo malo esta en cuando van pasando más, y más, la espera se hace eterna aunque solo sea una cuarto de hora. Mi estado de animo va cambiando a medida que el tiempo va pasando, y por lo que veo aun no asistes donde dijiste estar, viva la puntualidad! Al recibirte, tantas ganas que tuve de verte se me van de la cabeza a consecuencia de tu tardanza e impuntualidad. El tiempo, las veces con el mismo ocurrido, la tardanza acumulada, al cual uno piensa que poco a poco la otra persona se da cuenta de que ya vasta, no hay que abusar más, pero no quedo claro, que la puntualidad cabrea hasta un punto, supongo que es normal, todo el mundo tiene un limite en todo. Lo siento, se que no esperabas eso al verme, se que tu trayecto a sido largo y solo lo has echo con el fin de verme. Pero no te voy a pedir lo siento por el enfado que tuve, llegar tarde, no se puede hacer una costumbre. Lo normal es llegar puntual y decir, alguna vez he llegado tarde, por otra banda, a quien no cabrearía si es al revés? (Alguna vez he llegado puntual) obviamente os enfadaríais. Pero finalmente, todo enfado paso, tanto tiempo esperándote, supera que te tenga cruzado durante toda la tarde, al fin volvimos como siempre, pero, se podría haber estalviado esta hora fría, y por mi parte, dura.

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